
Es tu actitud lo que demarca la diferencia al enfrentar los momentos difíciles de la vida. O enfrentas los problemas partiendo del plano de víctima y de queja lamentándote el resto de tu vida por lo que pasó o los enfrentas partiendo de la perspectiva de responsabilidad, lo tomas como aprendizaje y motivación para seguir creciendo y subir de nivel.
¡La decisión es tuya!
Anda y … ¡MOTÍVATE! a decidir la actitud que vas a llevar hoy: de víctima o ¡en VICTORIA!

Anda y … ¡MOTÍVATE!
A veces nos sentimos sin rumbo o perdidos en las decisiones que se deben tomar; no ves la luz al final del camino. Es en ese momento que te debes DETENER, CLAMAR y CONFIAR en Dios.
Dios pone cada pieza en su lugar en su momento; no en el tuyo. Él ve el macro en forma de rompe cabezas y te da cada pieza poco a poco hasta que va convirtiéndose en una obra maestra. Y aunque no lo veas hasta el final, debes andar como viéndolo, confiando en que te lo mostrará claramente y será más excelente de lo que imaginaste.
Anda y … ¡MOTÍVATE! a caminar confiando en que ÉL está obrando a tu favor.